En la historia la presencia de España en el Sahara Occidental se inicia en el año 1884 y finaliza en febrero de 1976, hasta el 14 de noviembre de 1975 fue la 53 provincia española, fecha en la que España entrega la administración del Sahara a Marruecos y Mauritania, conservando la soberanía en la actualidad.
España en el año 1975 atraviesa momentos muy difíciles, Franco agoniza. Se produce una enorme presión interna y externa para que España comience una nueva democracia, lo que genera indudables tensiones en el seno del país.
Por aquel entonces, España –presionada por la ONU- ya había decidido abandonar el Sahara Occidental y celebrar un referéndum para que los propios saharauis pudieran decidir su futuro. La implicación de España en el desarrollo de este conflicto ha evolucionado desde el protagonismo absoluto, hasta el intento de eludir las responsabilidades adquiridas como potencia colonial.
Marruecos reclama la soberanía del Sahara ante la Corte Internacional de Justicia del Tribunal de la Haya, quien el 16 de octubre de 1975 concluye que no existe ningún lazo de soberanía territorial entre el territorio del Sahara por una parte y el reino de Marruecos o el conjunto mauritano por otra y prescribiendo la descolonización. Marruecos y Mauritania desoyen los planteamientos.
Sin embargo, las tropas de Marruecos y Mauritania comienzan el 26 de octubre de 1975 la invasión del Sahara y el rey de Marruecos Hassan II inicia el 6 de noviembre del mismo año la “Marcha Verde” sobre el Sahara, un operativo que movilizó a 350.000 civiles y 25.000 soldados marroquíes que cruzaron la frontera, hacia el sur, para presionar una salida por parte del gobierno español.